Tipos de Cáncer

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Varios tipos de Cáncer

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El cáncer de mama

El cáncer de mama puede llamarse también cáncer de seno y es el crecimiento desordenado de células en las glándulas mamarias que generalmente se detecta como un bulto en el seno. Lo más recomendable para cualquier mujer es que periódicamente se practique el auto examen de seno y si presenta algunos factores de riesgo se realice exámenes clínicos de los senos.

Hay algunos factores que debes considerar y que te servirán para prevenir esta enfermedad.

           Sexo:

El cáncer de seno ataca principalmente a mujeres y solo en un 1 por ciento a hombres.

           Edad:

El riesgo de padecer cáncer de seno aumenta con la edad. Cerca de 18% de los casos de cáncer de mama se diagnostican en las mujeres de 40 a 49 años de edad, mientras que alrededor de 77% de las mujeres con este tipo de cáncer son mayores de 50 años en el momento del diagnóstico. Aunque se han presentado casos en mujeres entre 20 y 30 años.

           Los factores genéticos:

Los que se heredan, se presentan cuando hay cambios en los genes del cáncer (BRCA o BRCA2). Éstos son dos genes, que hasta el momento los especialistas han identificado, tienen una relación muy estrecha con el padecimiento

           Antecedentes familiares de cáncer de mama:

El riesgo de cáncer de seno es más alto entre las mujeres cuyos familiares consanguíneos cercanos tienen esta enfermedad, por lo que el riesgo podría aumentar sí:

o          Se tienen dos o más familiares con cáncer de seno o de ovario.

o          Algún familiar padeció cáncer antes de los 50 años de edad, ya sea en la rama materna o paterna. El riesgo es mayor si la madre o hermana tiene un historial de cáncer de seno.

o          Se tiene uno o más familiares con uno o dos cánceres (seno y ovario, o dos tipos diferentes de cáncer de seno).

o          Antecedentes personales de cáncer de seno: el riesgo de que aparezca un nuevo cáncer en otra parte del seno o en el otro seno aumenta de tres a cuatro veces en una mujer que ya tiene cáncer en un seno.

           Períodos menstruales:

El riesgo aumenta sí los periodos menstruales comenzaron a una edad temprana (antes de los 12 años) o la menopausia se presentó tardíamente (después de los 50 años).

           Mujeres que no han tenido hijos:

El riesgo es ligeramente mayor en mujeres que no han tenido hijos o aquellas que tuvieron su primer hijo después de los 30.

           Uso de anticonceptivos orales:

Las mujeres que usan anticonceptivos orales tienen un riesgo ligeramente mayor de padecer cáncer de mama que las que no.

           Alcohol:

La ingestión de bebidas alcohólicas está asociada a un ligero aumento en la posibilidad de padecer esta enfermedad.

           Obesidad y dietas con alto contenido de grasas:

La obesidad (exceso de peso) aumenta el riesgo, especialmente en las mujeres que han pasado por la menopausia. El exceso de tejido adiposo aumenta los niveles de estrógeno e incrementa la probabilidad de padecer cáncer de mama.

 

 

 

El cáncer de pulmón

El cáncer de pulmón es una de las principales causas de muerte en hombres y mujeres a nivel mundial. Surge como consecuencia del tabaquismo, la inhalación indirecta del humo de cigarro o de sustancias y agentes tóxicos, como la contaminación del aire.

 

Factores de riesgo

Este padecimiento está estrechamente relacionado con ciertos factores de riesgo, entre los que se encuentran los siguientes:

Exposición a humo indirecto:

Si el paciente vive con fumadores, puede estar en peligro de padecer la enfermedad.

Factores ambientales:

La exposición al radón (gas radiactivo que se encuentra en algunas viviendas) y al asbesto aumenta el riesgo. La contaminación del aire, como los gases de combustión de hidrocarburos, también puede ser un factor desencadenante.

           Exposición al radón: El radón es un gas radioactivo invisible, sin olor y sin sabor, que se encuentra en forma natural en la tierra y rocas. Puede dañar los pulmones y ocasionar la enfermedad.

           Asbesto: Es el nombre de un grupo de minerales que existen como fibras en forma natural y se usan en algunas industrias. Las fibras de asbesto se dividen con facilidad; cuando las partículas son inhaladas, se pueden alojar en los pulmones y perjudicar las células.

           Contaminación: Los investigadores han encontrado una relación entre el cáncer de pulmón y la exposición a algunos contaminantes del aire, como los productos que resultan de la combustión del diesel y otros combustibles fósiles.

Historial familiar:

Existe un mayor riesgo si un miembro de la familia ha tenido este tipo de cáncer.

Fumar cigarros:

Sigue siendo uno de los factores principales vinculados con el cáncer de pulmón; sin embargo, también los no fumadores pueden padecer la enfermedad.

Exposición al humo de tabaco:

La posibilidad de desarrollar cáncer de pulmón aumenta con la exposición al humo de tabaco en el ambiente que se produce cuando otra persona está fumando. Esta exposición se conoce como “fumar de segunda mano” o fumar en forma pasiva o involuntaria.

Enfermedades de pulmón:

 Algunas enfermedades de pulmón, como la tuberculosis (TB), aumentan las posibilidades de desarrollar cáncer de pulmón.

 

 

 

Cáncer Cervicouterino

Este cáncer (también conocido como cáncer cervical) se origina en el tejido que recubre el cuello uterino. Este cáncer no se forma repentinamente. En sus inicios, algunas células comienzan a convertirse de células normales en células precancerosas y luego en cancerosas. Este proceso de cambio puede tomar varios años, aunque a veces sucede con mayor rapidez. Se usan varios términos, incluyendo displasia, para referirse a estos cambios.

Existen dos tipos principales de cáncer del cuello uterino: entre el 85% y el 90% de los casos son carcinoma de células escamosas y entre el 10% y 20% son adenocarcinoma. Si el cáncer tiene características de ambos tipos se conoce como carcinoma mixto.

La mujer

El factor de riesgo principal del cáncer del cuello uterino es la infección con el virus del papiloma humano (VPH por sus siglas). Los virus del papiloma humano son un grupo de más de 100 tipos de virus que pueden causar verrugas. Algunos tipos del VPH pueden causar verrugas genitales. Otros tipos, sin embargo, causan cáncer del cuello uterino. A éstos se les llama VPH de “alto riesgo”. Este virus se puede transmitir de una persona a otra durante las relaciones sexuales. El sostener relaciones sexuales sin protección, especialmente a una edad temprana, hace que sea más probable infectarse con el virus de VPH. Además, las mujeres que tienen muchas parejas sexuales (o que han tenido relaciones sexuales con hombres que, a su vez, han tenido muchas parejas) tienen un riesgo mayor de contraer VPH

La prueba de Papanicolaou puede encontrar cambios en las células del cuello uterino causados por los VPHs. Aunque no hay cura para el VPH, el crecimiento de células anormales que causa el virus puede ser tratado. Se han creado vacunas que previenen la infección con algunos tipos de VPH. Actualmente, se aprobó una vacuna y otras están en desarrollo.

A pesar de que el VPH es un factor de riesgo importante para el cáncer de cuello uterino, la mayoría de las mujeres con esta infección no desarrollan este cáncer. Los doctores piensan que debe haber otros factores para que se origine el cáncer. Algunos de estos factores son:

Fumar

Las fumadoras tienen aproximadamente el doble de probabilidades respecto a las no fumadoras de contraer cáncer del cuello uterino. El humo del tabaco puede producir químicos que pueden dañar el ADN de las células del cuello uterino y hacer que haya una probabilidad mayor de que este cáncer se origine.

Infección con virus de inmunodeficiencia humana (VIH por sus siglas)

El VIH es el que causa el SIDA (este virus no es lo mismo que VPH). También puede ser un factor de riesgo para el cáncer de cuello uterino. La infección con el VIH hace que el sistema inmunológico de una mujer esté menos apto para combatir el VPH y los tumores cancerosos en sus primeras etapas.

Infección por Clamidia

La clamidia es un tipo relativamente común de bacteria que puede infectar los órganos sexuales de las mujeres, y que se contrae por contacto sexual. Muchas mujeres no saben que están infectadas a menos que las muestras tomadas en el momento de su prueba de Papanicolaou sean analizadas para este tipo de bacteria. Algunos estudios sugieren que las mujeres que tienen esta infección (o la han tenido en el pasado) tienen mayor riesgo de cáncer del cuello uterino. Aunque se necesitan más estudios para confirmar este hallazgo, ya hay suficientes razones para prevenir esta infección o para tratarla. La infección a largo plazo puede causar otros problemas graves.

Alimentación

Una alimentación con poco contenido de frutas, vegetales o verduras está asociada con mayor riesgo de cáncer cervical y de otros cánceres. Además, las mujeres que están sobrepeso tienen un mayor riesgo.

Píldoras anticonceptivas

El uso de píldoras anticonceptivas por períodos prolongados aumenta el riesgo de cáncer del cuello uterino. Algunos estudios han indicado un mayor riesgo si se usan las píldoras anticonceptivas por cinco o más años. Hable con su médico sobre las ventajas y las desventajas de las píldoras anticonceptivas en su caso particular.

Múltiples Embarazos

Las mujeres que han tenido muchos embarazos a término tienen un riesgo mayor de contraer cáncer del cuello uterino. Aunque nadie sabe realmente la razón de esto, los estudios epidemiológicos lo han demostrado.

Ingresos bajos

Las mujeres pobres tienen un riesgo mayor de cáncer del cuello uterino. Esto puede deberse a que ellas no pueden pagar una buena atención médica, incluyendo pruebas de Papanicolaou.

Uso de Dietiletilbestrol (DES)

El DES es un medicamento hormonal que fue usado entre 1940 y 1971 en algunas mujeres que se pensaba tenían un mayor riesgo de abortar espontáneamente. Las hijas de las mujeres que tomaron este medicamento tienen un riesgo ligeramente más alto de cáncer de la vagina y del cuello uterino.

Antecedentes familiares

Los estudios recientes sugieren que las mujeres cuyas madres o hermanas han tenido cáncer del cuello uterino tienen una probabilidad mayor de contraer la enfermedad. Esto podría deberse a que estas mujeres son menos capaces de combatir el VPH en comparación con otras mujeres, aunque no se puede descartar que otros factores podrían estar involucrados

 

 

 

Cáncer de colon

El cáncer de colon y recto es un padecimiento muy estudiado ya que es de los pocos donde se sabe que antes existió una lesión que se complicó, este proceso es conocido como carcinogénesis. La primera lesión se forma en la capa interna del colon, la cual se irrita por agresiones constantes de su medio ambiente (carcinógenos en la materia fecal). De ahí se forman los ya mencionados pólipos o adenomas, que son tumoraciones benignas, las cuales empiezan a presentar cambios en la forma de acomodo celular para formar tejidos. A este proceso se le llama cambios displásicos a los cuales se van agregando alteraciones de algunos genes que regulan el crecimiento y muerte de las células.

Es importante comentar que para que este padecimiento se convierta en maligno pueden pasar aproximadamente 10 años, tiempo en el que la tumoración benigna se transforma en un tumor maligno. Cuando esto ocurre, se presenta un cambio en la zona que rodea al tumor afectado y es en este momento donde se desarrolla la denominada angiogénesis tumoral que además tiene la capacidad de invadir otros órganos y tejidos. Cabe mencionar que si el tumor se detecta cuando es sólo un pólipo benigno y se extirpa, se puede impedir la progresión a cáncer de colon.

Los factores de riesgo que se relacionan con el cáncer de colon, en parte tienen que ver con el estilo de vida del paciente, específicamente dietas ricas en carnes rojas y en grasa animal, así como la inactividad, factores que favorecen el desarrollo estreñimiento, lo que hace que las heces fecales permanezcan en el cuerpo por más tiempo. Esto ocasiona además un efecto de irritación en la capa interna del colon, lo que origina que existan más agentes carcinógenos que son producto de la descomposición de los alimentos.

La genética es otro punto de atención hacia el padecimiento. La condicionante del antecedente familiar debe ser considerada desde el momento en que los familiares de una persona con este padecimiento (padres, hermanos o hijos) pueden estar en riesgo de presentarlo. Especialmente si sucedió en una etapa joven. También se considera la opción cuando más de un familiar tiene antecedente de esta enfermedad.

Otros puntos de atención son las alteraciones genéticas, que son cambios en algunos genes, lo que aumenta la probabilidad. Derivado de este factor se denomina lo siguiente:

           Cáncer de colon y recto hereditario no polipósico (HNPCC) es el tipo más común y se caracteriza por ser heredado. Comprende cerca del 2 por ciento de todos los casos de cáncer de colon y recto. Es causado por cambios en un gen de características HNPCC.

           La poliposis adenomatosa familiar es una enfermedad rara, hereditaria, en la que se forman cientos de pólipos en el colon y recto. Es causada por un cambio en un gen específico llamado APC. Al menos que se trate la poliposis adenomatosa familiar, generalmente termina en este tipo de cáncer.

           Los familiares de personas que tienen cáncer de colon y recto hereditario no polipósico o poliposis adenomatosa familiar pueden hacerse pruebas genéticas para buscar alteraciones genéticas específicas. Los médicos pueden sugerir formas para tratar de reducir el riesgo de cáncer colorrectal o mejorar la detección de esta enfermedad en quienes tienen cambios en sus genes.

El colon se divide en cuatro segmentos: ascendente, transverso, descendente y sigmoide. El recto se une al colon sigmoide. Tanto el colon como el recto están formados por varias capas de tejido. Según estén afectadas una u otra capa, así será el pronóstico del cáncer. El cáncer que comienza en el colon, se denomina cáncer de colon y el que comienza en el recto, cáncer de recto. Según esté afectada una parte u otra, los síntomas serán distintos y las pruebas diagnósticas serán distintas y más eficaces para detectar el cáncer según la zona donde aparezca.

Se piensa que el cáncer de colon evoluciona lentamente antes de ser diagnosticado como tal. Antes de que se desarrolle un cáncer suelen aparecer lesiones en el intestino que se denominan displasias o pólipos adenomatosos.

Algunos tipos de pólipos no son cancerosos, pero el hecho de haber tenido aumenta la probabilidad de tener, en un futuro, cáncer en esa zona del intestino.

El cáncer de colon es la segunda causa de muerte por cáncer, después del cáncer de pulmón en el hombre y de el de mama, en la mujer. Entre un 22% y un 36% de los casos, se presenta la enfermedad avanzada y, en estos casos, el índice de supervivencia ronda a cero.

TRATAMIENTO

El tratamiento se basa principalmente en tres técnicas que son la cirugía, la radioterapia y la quimioterapia.

 

La cirugía

La cirugía es el único tratamiento con capacidad curativa en este cáncer. Con ella se consigue un 50% de supervivencia libre de enfermedad.

La técnica quirúrgica que se emplee dependerá de donde se encuentre localizado el tumor.

Cuando el tumor está localizado en el colon, la operación que se realiza generalmente es la resección segmentaria que consiste en la extirpación del tumor y un segmento de tejido normal a cada lado del cáncer.

Se suele extirpar un tercio del colon, y la cantidad de tejido variará en función del tamaño y la situación. Las secciones que quedan se vuelven a unir. Puede que, temporalmente, se tenga que realizar una colostomía.

La colostomía consiste en unir el colon a una salida artificial en la pared del abdomen. Se coloca una bolsa adhesiva en la piel que recogerá los excrementos.

Si el estadio del cáncer es muy bajo, puede extirparse a través de un colonoscopio. Con esta técnica se evita la incisión quirúrgica.

 

 

El cáncer de próstata

El cáncer de próstata se produce cuando sus células mutan y comienzan a multiplicarse descontroladamente. Éstas células podrían propagarse (metástasis) desde la próstata a otras partes del cuerpo, especialmente los huesos y los ganglios linfáticos. El cáncer de próstata puede causar dolor, micción dificultosa, disfunción eréctil, entre otros síntomas.

 

Cáncer de próstata factor de riesgo.

Aunque todavía no entendemos completamente las causas del cáncer de la próstata, los investigadores han encontrado varios factores que aumentan el riesgo de contraer esta enfermedad.

Edad : La probabilidad de padecer de cáncer de la próstata aumenta rápidamente después de los 50 años de edad. Más del 65% de todos los cánceres de la próstata se encuentra en hombres mayores de 65 años. Aún no se sabe por qué aumenta el riesgo con la edad.

Raza: El cáncer de la próstata es aproximadamente 60% más frecuentemente en los hombres de raza negra que en los hombres de raza blanca. En comparación con los hombres de otras razas, los hombres de raza negra tienen más probabilidades de que se les diagnostique el cáncer en una etapa avanzada. Los hombres de raza negra tienen más del doble de probabilidades de fallecer debido al cáncer de la próstata que los hombres de raza blanca. No están claras las razones de estas diferencias raciales.

Origen: El cáncer de la próstata es más común en América del Norte y en el noroeste de Europa. Es menos frecuente en Asia, África, América Central y América del Sur. No se conoce bien la razón para esto, pero es probable que se deba por lo menos parcialmente a diferencias en la frecuencia de las pruebas del PSA.

Antecedentes familiares: Parece ser que el cáncer de la próstata tiene mayor ocurrencia en algunas familias, lo cual sugiere un factor hereditario o genético. Si el padre o el hermano de un hombre desarrolla cáncer de la próstata, se duplica el riesgo de que este hombre contraiga la enfermedad. (El riesgo es mayor para un hombre con un hermano afectado que para un hombre cuyo padre ha tenido este tipo de cáncer). El riesgo sigue siendo mayor en el caso de los hombres que tienen varios familiares afectados, particularmente si tales familiares eran jóvenes en el momento del diagnóstico.

Los científicos han descubierto varios genes hereditarios que parecen aumentar el riesgo de cáncer de la próstata, pero probablemente son sólo responsables de una pequeña fracción de los casos. Todavía no están disponibles las pruebas genéticas para estos genes.

Alimentación: Los hombres que comen grandes cantidades de carnes rojas o consumen muchos productos lácteos con mucha grasa parecen tener una probabilidad mayor de contraer el cáncer de la próstata. Estos hombres también tienden a comer menos frutas y verduras. Los médicos no están seguros de cuál de estos factores es responsable del aumento en el riesgo.

Algunos estudios han sugerido que los hombres que consumen una gran cantidad de calcio (a través de dietas o suplementos) pueden tener un riesgo mayor de contraer un cáncer de la próstata avanzado. Sin embargo, la mayoría de los estudios no ha encontrado tal asociación con los niveles de calcio comúnmente consumidos en una dieta regular. Es importante indicar que se sabe que el calcio proporciona otros beneficios importantes a la salud.

Inactividad física y sobrepeso u obesidad: Algunos estudios han sugerido que la actividad física regular y mantener un peso saludable puede ayudar a reducir el riesgo de contraer o morir de cáncer de próstata, aunque esta asociación no está clara.

Vasectomía: Algunos estudios preliminares sugirieron que los hombres que se han sometido a una vasectomía (cirugía para volverse estériles) pueden tener un riesgo ligeramente mayor de cáncer de la próstata, pero no se ha encontrado una relación constante. Entre los estudios en los que se ha notado un aumento en el riesgo, algunos indican que el mayor riesgo es para los hombres que tenían menos de 35 años cuando se sometieron a una vasectomía.

Tratamientos

Los tratamientos que se suelen emplear son los siguientes:

Prostatectomía radical: con esta operación se extirpa toda la glándula prostática junto con algunas estructuras cercanas, como las glándulas seminales, y se utiliza cuando el cáncer no se ha propagado más allá de la próstata.

Criocirugía: consiste en congelar las células cancerosas para mantener localizado el cáncer. Se realiza colocando una sonda, a través de una incisión en la piel, entre el ano y el escroto.

Radioterapia: La radioterapia consiste en el empleo de rayos de alta energía, como rayos X, para destruir o disminuir el número de células cancerosas. Es un tratamiento local.

 

Braquiterapia: consiste en un tipo de radioterapia interna. Se utilizan unas pequeñas partículas, del tamaño de un grano de arroz, que son insertadas en la próstata. Estas partículas son radiactivas y emiten radiación durante semanas o meses. No producen dolor, su tamaño es muy pequeño, su presencia ocasiona poca incomodidad. Puede que durante una semana después de su colocación, la persona presente dolor en el área perineal y un color de orina rojo-pardo.

Tratamiento hormonal: consiste en disminuir los niveles de andrógenos, hormonas masculinas porque éstas provocan un crecimiento de las células cancerosas. Al disminuir los niveles de estas hormonas, se pueden reducir o hacer que crezca más lentamente el cáncer pero no se cura.

Quimioterapia: se utiliza cuando el cáncer de próstata se ha extendido fuera de la glándula prostática y cuando la terapia hormonal ha fallado. Con ella no se persigue destruir todas las células cancerosas pero sí reducir los síntomas y retrasar la evolución del cáncer. No se recomienda su uso para las primeras etapas del cáncer de próstata. Hasta hace poco no existían tratamientos de quimioterapia verdaderamente eficaces para tratar el cáncer de próstata resistente a las hormonas. Hoy día existe un medicamento llamado docetaxel.

 

 

¿Qué pasa si encuentro un tumor?

¡calma No entre en pánico!

Cerca del 80% de los tumores encontrados no son cancerosos. Visite su médico.

El cáncer puede desarrollarse a cualquier edad, pero el riesgo aumenta a medida que envejecemos. Mas de 70% de todas mujeres con cáncer no tienen antecedentes familiares de la enfermedad. Los estudios de rutina puede encontrar el cáncer de mama antes de que se pueda sentir. Es importante que sea examinada por su medico regularmente y que practique el autoexamen mensual.

Células normales  y células cancerosas.

La célula es el elemento más simple, dotado de vida propia, que forma los tejidos organizados. Está compuesta por una masa rodeada de protoplasma que contiene un núcleo. Una pared celular rodea la célula y la separa de su ambiente. Dentro del núcleo está el ADN, que contiene la información que programa la vida celular.

 

El hombre está compuesto de millones de células. Las células normales crecen a un ritmo limitado y permanecen dentro de sus zonas correspondientes. Las células musculares se forman y crecen en los músculos y no en los huesos; las de los riñones no crecen en los pulmones, etc. Estas funciones y este ritmo de crecimiento viene determinado por el ADN. Algunas células tienen menos tiempo de vida que otras, como por ejemplo las células del intestino que tienen un período de vida de dos semanas, mientras que los hematíes viven durante unos tres meses. La sangre aporta el oxígeno y los nutrientes necesarios para la vida celular y recoge los productos de deshecho producidos por las células y los transporta a los órganos de filtrado y limpieza (riñones, hígado, pulmones).

El sistema inmunológico se encarga de la defensa del cuerpo a través de los leucocitos que buscan y destruyen a las bacterias y virus. Los ganglios linfáticos son como racimos de uvas situados en distintas partes del organismo. Cuando se produce alguna infección, los ganglios linfáticos se pueden inflamar. Si la infección se produce en un diente, se inflamarán los del cuello. Si la infección es en una mano, estarán aumentados los de la axila correspondiente. Los ganglios también pueden estar inflamados cuando hay un tumor. La célula normal pasa a convertirse en una célula cancerosa debido a un cambio o mutación en el ADN. A veces esas células, cuya carga genética ha cambiado, mueren o son eliminadas en los ganglios linfáticos. Pero, otras veces, siguen con vida y se reproducen. Las células cancerosas tienen un aspecto diferente, bien porque su forma ha cambiado o porque contengan núcleos más grandes o más pequeños. Estas células son incapaces de realizar las funciones que corresponden a las células pertenecientes a ese tejido.

Generalmente se multiplican muy rápidamente, porque les falta un mecanismo de control del crecimiento. Con frecuencia, son inmaduras debido a que se multiplican de una forma muy rápida y no tienen tiempo suficiente para crecer plenamente antes de dividirse. Al formarse un gran número de células cancerosas, se amontonan, presionan o bloquean a otros órganos y les impiden realizar su trabajo.

Como no se limitan al espacio originario donde se forman, y se extienden a otras zonas, se dicen que son invasivas. Migran  a otras partes del cuerpo , a través de la sangre o de la linfa. Provocando la  metástasis, y dañando  a otros órganos.

Compras directas en: info@arboldelneem.com