Gastritis
¿Qué es?
La gastritis es un problema médico frecuente. Se define como una inflamación de
la mucosa o revestimiento interno del estómago. Esta inflamación puede deberse a múltiples causas que dan como resultado una
gastritis.
Según su duración en el tiempo puede ser una gastritis aguda (se presenta de forma rápida y se soluciona
en unos días) o crónica (persiste en el tiempo).
¿Cómo se produce?
Existe un gran número de causas que pueden provocar gastritis. El mecanismo común en
todas ellas es un desequilibrio entre los factores desencadenantes o que la favorecen y los mecanismos de defensa que protegen
la pared del estómago, que resultan finalmente en una lesión de la mucosa gástrica.
La gastritis aguda suele asociarse con frecuencia a una enfermedad grave (como problemas hepáticos y renales
) a cirugía mayor , a un traumatismo y a situaciones de estrés fisiológico importante. También pueden causarla infecciones
por bacterias (Helicobacter pylori), virus y hongos, consumo de alcohol, fármacos (como antiinflamatorios no esteroideos,
corticosteroides) , radioterapia y reflujo biliar (paso de la bilis hacia el estómago).
Las gastritis crónica puede deberse a las mismas causas, si bien se prolonga en el tiempo. Pueden aparecer
erosiones importantes en la mucosa gástrica y sangrado. También se asocia al consumo de antinflamatorios no esteroides (AINES),
infección por el Helicobacter pylori y enfermedades autoinmunes como la anemia perniciosa. Es un tipo de anemia en la cual
el estómago no puede absorber de vitamina B12, debido a que los anticuerpos atacan a la mucosa del estómago provocando su
adelgazamiento.
Síntomas
La gastritis puede ser una hallazgo casual cuando se realiza una endoscopia por otro motivo.
Puede existir inflamación sin que existan síntomas.
La gastritis se puede manifestar por una variedad de síntomas digestivos siendo los más comunes dolor en
la parte alta del abdomen o molestias digestivas (término que se conoce como dispepsia).
La variedad de síntomas pueden incluir náuseas, ardor, vómitos, sensación de plenitud, hinchazón, eructos
y disminución del apetito. Si existe sangrado por la inflamación pueden aparecer vómitos con sangre de color negro o deposiciones
negras debido a la sangre digerida.
Diagnóstico
El diagnóstico se basa en los síntomas que refiere el paciente y los hallazgos, tras la realización
de endoscopia, de una inflamación de la mucosa.
Las diferentes pruebas diagnósticas incluyen:
Análisis de sangre que puede mostrar anemia.
Detección de sangre en heces (por si hay sangrado digestivo).
Test para la detección de Helicobacter pylori. Se suele realizar la Prueba del aliento, muy precisa para
la detección de la bacteria Helicobacter. Consiste básicamente en beber un líquido viscoso y posteriormente soplar en un pequeño
tubo.
La prueba diagnóstica que confirma la gastritis es la realización de una endoscopia, es decir, la introducción
de un tubo flexible por la boca que permite visualizar directamente la mucosa gástrica y el grado de inflamación. Además se
pueden tomar muestras de la mucosa (biopsia) y ver si existe sangrado.
Tratamiento
El tratamiento dependerá de la causa de la gastritis. Algunas gastritis pueden curar espontáneamente.
Se deben eliminar todos aquellos posibles factores de riesgo. En el caso que sea necesario se debe interrumpir
el uso de fármacos antiinflamatorios no esteroideos así como otros factores agravantes como alcohol, tabaco, café y bebidas
con cafeína.